Cuadro milagroso

ul. św. Jana 7

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La iglesia de san Juan Bautista y san Juan Evangelista está ubicada en el mismísimo centro del casco antiguo, en la esquina entre las calles św. Jana y św. Tomasza. Se trata de uno de los templos cracovianos más antiguos y, a la vez, más pequeños, en el que se halla la imagen de la Virgen de la Redención de los Cautivos, denominada también la Virgen de San Juan o la Madre de la Libertad, traída de España por el duque Stanisław Radziwiłł y famosa por las gracias concedidas.

Numerosos secretos están vinculados a la misma, pues no se sabe ni quién ni cuándo la pintó. El análisis de la técnica pictórica permite suponer que la pintura se creó alrededor de 1520-1525, en Cracovia u otro sitio de la región meridional de Polonia. La imagen representa a la Santísima Virgen María con el Niño Jesús en su brazo izquierdo, mientras que con dos dedos de la mano derecha sujeta un trébol.

Durante 50 años, desde que se entregó en el s. XVI a la iglesia de San Juan, el cuadro colocado en el altar lateral, junto a un pilar, permaneció completamente olvidado. El primer milagro registrado por intercesión de dicha santa imagen fue la salvación en 1633 de un preso condenado a muerte. El condenado, a raíz de la gracia concedida, colgó sus cadenas y grilletes como exvoto, que hasta la actualidad siguen colocados junto al altar. A partir de aquel momento, los fieles recurren a la Virgen de la iglesia de San Juan en momentos de grandes amenazas personales o nacionales. A lo largo de tres años (1637-1639) se registraron 356 gracias extraordinarias. En ese lugar, en el siglo XVII el rey Juan III Sobieski rezó en agradecimiento por su victoria en la batalla de Viena. Vistas tantas gracias experimentadas por la gente, el cuadro de la Madre de la Libertad se colocó al poco tiempo en el altar principal de la iglesia, donde sigue todavía. Los internos de cárceles o centros penitenciarios, los cautivos y los perseguidos siguen ofreciendo súplicas, ruegos y agradecimientos ante dicha imagen.

Al visitar la iglesia, merece la pena ver también la antigua sacristía, que en 1998 se convirtió en una capilla. En ella descansan los restos mortales de la Madre Zofia Czeska (1584-1650), fundadora de la Congregación de las Hermanas de la Presentación de la Santísima Virgen María, conocidas comúnmente en Polonia como las hermanas Prezentki, que, siendo viuda sin hijos, se dedicó a ayudar a huérfanas jóvenes y chicas procedentes de familias pobres. En los años 20 del s. XVII, inauguró en el número 18 de la calle Szpitalna la Casa de las Vírgenes de la Presentación de la Santísima Virgen María, denominada Casa de las Huérfanas, la primera escuela femenina de Polonia.

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