Esta ruta sigue dos motivos principales, aparentemente poco asociados uno al otro: recorre las orillas del Vístula y pasa por las huellas de los antiguos monasterios. ¿Parece raro? ¡En Cracovia todo es posible!

El primer día visitaremos Tyniec. La abadía de los benedictinos situada en este pueblo, junto a las orillas del Vístula, es uno de los monasterios más antiguos de Polonia, de entre los que siguen funcionando hasta el día de hoy. Antiguamente era una edificación de funciones defensivas, pero hoy en día los huéspedes están bien venidos: las puertas de la iglesia y de la galería adyacente están abiertas, se puede visitar también el museo conventual; al final de la visita, vale la pena probar las especialidades culinarias preparadas en la cocina del convento. Para llegar a Tyniec, se puede ir en autobús urbano o en bicicleta. Durante el verano recomendamos también la vía fluvial —un crucero por el Vístula—.

El segundo día veremos Zwierzyniec: aquí hace 800 años fundaron su sede conventual las monjas norbertinas. Muy cerca está también el Monte de Plata donde se situó el monasterio de los camaldulenses. La orgullosa silueta de la iglesia se ve desde lejos, aunque los propios monjes habitan casillas muy modestas, esparcidas por el territorio del convento —es un asilo espiritual para los eremitas que buscan alejamiento del mundo urbano—. ¡Atención! De acuerdo con la rigurosa regla del convento, en la zona del monasterio pueden entrar solamente los hombres (dentro del horario indicado). Las mujeres pueden visitar el convento de Bielany solo doce días al año.

La excursión a lo largo del Vístula y por las huellas de los antiguos monasterios acabará el tercer día con la visita a Mogiła —actualmente, un barrio de Nowa Huta donde tienen su sede los cistercienses—. Esta iglesia, que combina los rasgos de la arquitectura romana con la gótica, es uno de los monumentos sacros más valiosos de la región de Małopolska. Merece la pena fijarse también en las policromías de las paredes del templo que proceden de la época renacentista, cosa muy excepcional.Para poner en práctica el lema "acuático" de la ruta, recomendamos un paseo por las orillas del pintoresco Estanque de Nowa Huta.