Fábrica Emalia de Oskar Schindler
ul. Lipowa 4
La gran historia de la II Guerra Mundial se cruza aquí con la vida cotidiana, la vida privada —con la tragedia que afectó todo el mundo—.
La fábrica, situada en la calle Lipowa 4, empezó a funcionar dos años antes de la guerra. En otoño de 1939, cuando les fue arrebatada a sus tres propietarios judíos, pasó a las manos del alemán Oskar Schindler (1908-1974), miembro del NSDAP y probablemente colaborador de la Abwehr. Gracias a sus numerosas conexiones, consiguió para su Deutsche Emailwarenfabrik, llamada comúnmente "Emalia", muchos contratos: tanto civiles (para producir ollas, cucharas, etc.) como militares (en la fábrica se producían, por ejemplo, fiambreras, más tarde también casquillos de proyectiles) que le aseguraron buenos ingresos.
Schindler empleaba a los judíos, al principio por razones económicas: era mano de obra gratuita. Sin embargo, probablemente al ver la creación del gueto y las brutales deportaciones, Schindler se dio cuenta de que, siendo director de una próspera fábrica, podía ayudar a los judíos. De hecho, solo los titulares de las "Kennkarten" expedidas a los que tenían trabajo, estaban protegidos contra los eventuales desalojos y deportaciones a campos de concentración.
Después de la liquidación del gueto (en marzo de 1943), gracias a sus contactos y mediante sobornos, Schindler obtuvo permiso para crear en el terreno de la fábrica una filial del campo de trabajo de Płaszów. Sus empleados habitaron las barracas construidas al lado de la fábrica, lejos del sádico comandante del campo, Amon Goeth, y sus guardas. La fábrica se convirtió en un refugio seguro para unas 1000 personas, entre ellas ancianos, enfermos y niños, donde las condiciones sanitarias y raciones alimenticias eran mucho mejores que en el campo.
Sabiendo que iban a perder la guerra, los hitlerianos empezaron a preparar la evacuación y liquidaron la filial de la fábrica. Ante esta situación, Schindler abrió una fábrica de munición en Brünnlitz (en la República Checa) y trasladó a "sus" judíos allí. De esta manera, salvó la vida de unas 1100 personas.
La historia de la fábrica de los tiempos de la guerra y la de su propietario, Oskar Schindler, así como el destino de sus empleados judíos (presos del campo de trabajos forzosos de Płaszów), se conocen en todo el mundo gracias a la película de Steven Spielberg, La Lista de Schindler, rodada en 1993. Actualmente, en el edificio de administración de la antigua fábrica de menaje esmaltado, se encuentra una filial del Museo de Cracovia. La visitan los turistas de diferentes países que quieren ver el lugar en el que, gracias a Oskar Schindler, encontraron refugio más de mil de judíos. La exposición permanente presentada en esta filial del Museo muestra la historia del famoso empresario alemán (galardonado con la medalla "Justos entre las Naciones"), así como el destino de los judíos de Cracovia a los que salvó del exterminio en el contexto de la complicada historia de la ciudad en los tiempos de la ocupación hitleriana, es decir, entre los años 1939 y 1945. La gran historia de la II Guerra Mundial se cruza aquí con la vida cotidiana, la vida privada —con la tragedia que conmocionó a todo el mundo—.
La visita a la exposición se recomienda a personas mayores de 14 años. En la Fábrica de Schindler se organizan también exposiciones temporales, proyecciones de cine y otros eventos. Se recomienda reservar con antelación: www.bilety.mhk.pl. La Fábrica de Oskar Schindler forma parte de la Ruta de la Memoria (en la que se encuentran también la farmacia Bajo el Águila y la calle Pomorska).
Entradas: normal PLN 36, tarifa reducida PLN 32, familiar PLN 72, los lunes el acceso al museo es gratuito con entrada
En el terreno de la antigua fábrica tiene su sede también MOCAK, el Museo del Arte Contemporáneo de Cracovia.