Monumento al Dragón
Bulwar Czerwieński
Hace mucho, mucho tiempo, el valiente zapatero Skuba venció al dragón que atormentaba la villa de Cracovia. Para ello, se sirvió de un truco astuto, dejando a la bestia una oveja rellena de azufre. Tras haberla comido, el dragón bebió la mitad del río Vístula y estalló.
Esa leyenda queda conmemorada en el monumento del escultor Bronisław Chromy al Dragón de Wawel, de seis metros de altura y erigido hace 40 años en los bulevares del Vístula. La escultura se alimenta con gas natural y, gracias a ello, el dragón echa bocanadas de fuego auténtico, asustando a cualquiera que pretenda saquear su cueva.
Bulwar Czerwieński
Acerca de:
sin barreras, entrada libre
Para los cuales:
para los niños