El estilo del exterior de la iglesia, construida a inicios del siglo XX según el diseño de Franciszek Mączyński, hace referencia a las basílicas medievales de Cracovia. Su interior está inspirado en templos paleocristianos. La iglesia constituye un interesante ejemplo de unión del modernismo cracoviano con motivos neorrománicos y neogóticos.

Es uno de los templos más grandes de Cracovia (52 x 19 metros) coronado por una torre de 68 metros. Se erigió en los años 1909-1912, pero fue rematado y entregado para su uso solamente después del final de la I Guerra Mundial (se consagró en 1921). En la portada principal se encuentra una escultura de piedra de Cristo, obra de Xawery Dunikowski. La ornamentación del interior, de muchos colores y de carácter romántico, está compuesta por policromías, mosaicos y decoraciones de estucos. Lo que más llama la atención es el friso de 30 metros, situado sobre el altar mayor, que representa el homenaje a Cristo rendido por los santos, beatos polacos y por la nación, dirigida por la pareja real: Władysław Jagiełło y Jadwiga. De entre otras representaciones, vale la pena destacar los personajes de San Cristóbal y San Longino a caballo, que traspasa el costado del Jesús crucificado.