Plaza Central
Es el punto principal y más reconocido de Nowa Huta: todos los recorridos turísticos trazados por este distrito atraviesan este lugar. La Plaza Central y los edificios que la rodean crean una unidad coherente.
Todo el conjunto arquitectónico de la Plaza Central fue erigido a mediados de los años 50 del siglo XX y constituye un ejemplo clásico del realismo socialista. A día de hoy, es el punto principal y más reconocido de este distrito de Cracovia. La plaza, que desde el año 2004 lleva el nombre de Ronald Reagan, está rodeada por urbanizaciones que recibieron nombres muy simples: A, B, C y D. Arquitectónicamente, la zona está inspirada —al igual que todos los grandes diseños del realismo socialista de Polonia— en el Renacimiento. Los edificios constituyen una unidad coherente y bien compuesta, aunque el diseño de Tadeusz Ptaszycki, el arquitecto principal de Nowa Huta, no fue realizado en su totalidad. El diseño preliminar preveía que por el lado meridional la plaza se cerrara con un teatro y por el lado septentrional, con el edificio del ayuntamiento.
Actualmente, despiertan mucho interés los interiores de los locales comerciales. El antiguo ambiente de Nowa Huta podemos encontrarlo en el interior de la tienda Cepelix (antiguamente Cepelia, en la calle os. Centrum B 1). A día de hoy se ha conservado el mobiliario original de este espacio, entre otros, los muebles estilizados o plafones decorativos.
El restaurante "Stylowa" (os. Centrum C 3) que funciona ininterrumpidamente desde el año 1956, presume de ser un lugar que transmite a sus huéspedes a los tiempos del "esplendor del socialismo polaco". Era aquí donde hace 50 años las camareras convencían a los obreros de que tomar café era algo excepcionalmente elegante. Los clientes pasaban por este restaurante para tomar el "liliputiense" (un café pequeño) o el mejor tartar de Cracovia. Les acompañaban las melodías tocadas en el piano por el invidente señor Zbyszek. La hiedra de plástico cuyas cascadas decoran las paredes, los manteles almidonados, el falso techo con halógenos... Es la elegancia socialista en todo su esplendor.