Leyenda sobre el pie de la reina Eduviges
En esta historia confluyen dos elementos opuestos: el tierno corazón de la bondadosa reina y la dura piedra en la que se estampó su pie.
En una de las paredes de la iglesia de la Visitación, llamada también "de los Carmelitas de Piasek", se empotró hace siglos una piedra, protegida por rejas y acompañada de una inscripción grabada que reza: "El pie de la Reina Eduviges".
Según cuenta la leyenda, un día esta sabia y bondadosa soberana pasaba con su cortejo al lado del lugar en el que se estaba construyendo la iglesia de los Carmelitas de Piasek. De repente, la reina notó que uno de los obreros estaba muy deprimido. Cuando se enteró de que el pobre hombre no tenía dinero para pagar el tratamiento médico de su mujer, prometió ayudarle. Apoyó su pie en un bloque de piedra, soltó el broche de oro de su escarpín y se lo entregó al pobre cantero. Cuando la reina se alejó, los obreros se dieron cuenta de que, en la piedra, como si se tratara de arcilla, se había estampado la huella de su pie. Entonces separaron la piedra del resto de los pedruscos y grabaron en ella el año en el que aconteció este milagro: 1390. Luego la empotraron en una de las paredes del templo. De este modo, hasta el día de hoy en el muro de la iglesia se puede ver la reliquia que conmemora la bondad de la reina Eduviges.