Vía Real
Durante siglos, la Vía Real desempeñaba funciones representativas: la recorrían los monarcas después de haber triunfado en una batalla, obispos que asumían su cargo, diputados del extranjero y cortejos fúnebres de grandes polacos. Esta ruta histórica empieza en la calle Floriańska, atraviesa la Plaza Mayor y, siguiendo la línea de las calles Grodzka y Kanonicza, llega hasta la colina Wawel. A lo largo de la Vía Real se han distribuido los tesoros más importantes de la ciudad: la Barbacana y la Puerta de San Florián, la Lonja de Paños, las iglesias de Santa María, San Adalberto, San Pedro y San Pablo, palacios (por ejemplo, el Palacio Bajo los Carneros y el Palacio del Obispo Erazm Ciołek) y museos (entre otros, la Galería del Arte Polaco del Siglo XIX, el Subsuelo de la Plaza Mayor y el Museo de la Archidiócesis). Recorrer la Vía Real es un elemento imprescindible durante una excursión a Cracovia. Es obligado, ¡pero qué agradable!
Un paseo a ritmo moderado, sin contar el tiempo necesario para visitar los interiores de los monumentos, dura una hora. Sin embargo, vale la pena ampliar un poco el programa del recorrido y entrar en la Barbacana y en las murallas defensivas, visitar la iglesia de Santa María y la torre del Ayuntamiento, ver por los menos uno de los museos y, finalmente, siguiendo las huellas de los antiguos monarcas, llegar al castillo de Wawel.