Entre las pintorescas colinas forestales y a lo largo de los senderos campestres se hallan más de 40 pequeñas iglesias y capillas. Dominan sobre la zona las edificaciones del monasterio de los Frailes Menores, denominados padres "Bernardinos", con su basílica manierista, que alberga la imagen de la Virgen de Kalwaria, famosa por las gracias concedidas. Todo comenzó en 1600, cuando Mikołaj Zebrzydowski, voivoda de Cracovia, fundó y también financió la construcción de las estaciones del vía crucis y la primera capilla. Su ubicación entre las colinas tenía que evocar el paisaje de Jerusalem. Las construcciones posteriores se erigieron principalmente en la primera mitad del s. XVII (las más recientes datan del s. XIX), siempre velando por su harmoniosa composición con el entorno. Esa excepcional amalgama de las características topográficas naturales con las construcciones sacras constituyó el fundamento para incluir en 1999 el conjunto arquitectónico y parque de Kalwaria Zebrzydowska en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Dicho santuario forma parte de los lugares de culto mariano y de la pasión más importantes de Polonia. Durante las festividades y romerías, las procesiones se despalazan por los senderos kalwarianos, mientras que en la Semana Santa la participación en la escenificación del Misterio de la Pasión de Cristo constituye una excepcional vivencia espiritual.