En la sacristía (antiguo presbiterio) de dicho templo se conserva una policromía con imágenes de 1607, mientras que la campana de la torre se ejecutó en 1615. Son solo un poco más jóvenes (de los años 20 del s. XVII) los iconos que representan el Juicio Final, la Crucifixión y también a Santiago, el Hermano del Señor. No es de extrañar, puesto que la iglesia ortodoxa católica griega de Santiago, levantada en 1600, es la edificación más antigua de este tipo conservada en los Montes Cárpatos polacos. Asimismo, la excepcional belleza de la misma determinó su inscripción en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2013: sus paredes cubiertas de tablillas de madera, sus techos de pabellón, su estructura harmoniosa de tres partes y su torre rectangular que se levanta con audacia hacia el cielo. Como es típico para los templos más antiguos de los Lemkos, dicha iglesia ortodoxa tiene las ventanas únicamente por el lado meridional, ofreciendo de esta forma a los reunidos la protección ante los soplos del hélido viento septentrional, así como, conforme a las creencias populares, ante las fuerzas del mal que siempre llegan del Norte. En su historia, el templo realizó también una breve expedición: a principios del s. XIX, debido a la amenaza de inundaciones, se trasladó a una distancia de aprox. 150 m, en un terreno ubicado a mayor altura.

La iglesia ortodoxa forma parte de la Ruta de la Arquitectura de Madera de Małopolska.