Entronización del rey del gallo
Entre las costumbres más famosas de la Hermandad del Gallo, formadas durante siglos, está la elección y la entronización del rey del gallo.
En el siglo XIII, ante la amenaza tártara de Cracovia, se comenzaron a levantar murallas defensivas. La obligación de mantenerlas y defenderlas recaía sobre los burgueses. Pero estos se dedicaban a diario al comercio y la artesanía, no al arte de la guerra. Por eso, era necesario organizar su formación y vigilar que se mantuvieran listos para luchar. De ello se encargaba la Hermandad del Gallo (Bractwo Kurkowe), una organización paramilitar también llamada Asociación de Tiro o Cofradía de Tiro, cuyas raíces se remontan probablemente a finales del siglo XIII o principios del siglo XIV.
Entre las costumbres más famosas de la Hermandad del Gallo, formadas durante siglos, está la elección y la entronización del rey del gallo. Solo puede ser candidato a rey un hermano con mucha antigüedad y de opinión intachable. Después todo acontece según un guion establecido desde hace mucho tiempo. Al igual que hace siglos (aunque ahora con armas de fuego, que con el tiempo sustituyeron a arcos y ballestas), los candidatos disparan a un gallo de madera. Por eso, lo que decide cuál de ellos se convertirá en rey es un ojo preciso y… un poco de suerte, puesto que gana el que derribe el último fragmento del ave.
En junio (no hay una fecha fija) se celebra la entronización formal. El cortejo que parte de Celestat (la sede de la hermandad en la calle Lubicz) y se dirige a la Plaza del Mercado es extremadamente pintoresco: los hermanos llevan prendas sármatas que imitan los antiguos trajes nobles de los siglos XVII y XVIII. El rey saliente lleva colgado en una cadena al cuello un gallo de plata (copia de aquel que, según la tradición, sufragó el rey Segismundo II Augusto). La ceremonia propia (la entrega de las insignias del poder) tiene lugar en un escenario delante de la torre del ayuntamiento.